A 5 años de su partida, Giniveth Soto sigue presente en nuestra lucha

Este 13 de diciembre de 2019 conmemoramos aquella madrugada de 2014 cuando muere, en manos del hampa, Giniveth Soto, esposa de Migdely Miranda y madre de Salvador Gabriel Soto Miranda. Estas dos mujeres, psicólogas venezolanas, residentes en Caracas estaban casadas en Argentina y tenían un hijo, concebido por fertilización asistida en Venezuela y que luego nace en Argentina, donde se les había reconocido todos los derechos tanto a él como a sus madres..

Pero esa madrugada violenta dejó no solo en estado de indefensión a la madre sobreviviente y a su recién nacido hijo, sino que dejó un gran vacío en medio de la lucha por el Matrimonio Civil Igualitario que apenas comenzaba por aquellos días, ambas, Giniveth y Migdely, militaban en Venezuela Igualitaria. La gran injusticia con la que fue tratada la madre sobreviviente encendió en nosotres una lucha contra el Estado opresor que no sabe reconocer el amor entre dos mujeres, una lucha que fue la la razón de vida de Giniveth: el derecho a la igualdad jurídica de las familias homoafectivas y homoparentales.

Hoy, a 5 años de su partida, aunque la realidad jurídica no ha cambiado mucho desde entonces, recordamos esa sentencia 1187/2016 de la Sala Constitucional del TSJ que vindicó los derechos filiativos de Salvador, hasta ahora único niño con los apellidos de sus madres, tal cual reposa en los documentos emitidos por las autoridades argentinas, pero también reconoció sus derechos sucesorales que los padres de Giniveth arrebataron en una actitud claramente homofóbica y fuera de la ley.

Migdely y su bebe viven ahora en Argentina, huyendo del acoso de la familia Soto, que luego de desconocer a su nieto, pretenden arrebatarlo de los brazos de su otra madre, pero no descansaremos hasta que cedan los prejuicios en las leyes, las instituciones y la gente, hasta que la dignidad de toda persona se naturalice y haga costumbre, para que nunca más una madre deba migrar huyendo del odio.

Queremos dejar aquí uno de sus últimos deseos, el cual compartimos plenamente, escrito en una carta esa navidad que no llegó a disfrutar:

"Que nuestro país se actualice en políticas públicas progresistas, igualitaria y desarrolladas como por ejemplo el reconocimiento legal de las familias homoafectivas".