Conversatorio Maracay: Ser LGBT y ser Cristiano, ¿es incompatible?
El pasado 22 de septiembre se llevó a cabo nuestro cuarto conversatorio de 2019 en la ciudad de Maracay. Esta vez fue dirigido por Humberto Córdova, diseñador, artista e investigador con un amplio conocimiento sobre religiones y las sexualidades humanas.
El tema del conversatorio era “¿La diversidad sexo-afectiva y el Cristianismo son incompatibles?” de esta manera se delimitó la discusión en torno a una corriente religiosa: el cristianismo. Se plantearon preguntas generadoras como:
¿Es lógico ser una persona LGBTI y ser católica, evangélica, o creer en el dios judeo-cristiano?
¿La biblia es un libro de sabiduría o un manual de comportamiento moral?
¿Están llamados a respetar a la población LGBTI las personas cristianas, o el activismo LGBTI, que tiene un compromiso expreso a favor de la igualdad, debe mantener una postura de respeto a la fe individual?
¿Ser espiritual o ser religioso?
¿El Papa representa a todo el cristianismo?
¿Hay alternativas? ¿Es coherente un cristianismo inclusivo?
¿Ser LGBTI nos impide tener un comportamiento centrado en el dios judeo-cristiano?
En una fluida dinámica en la que participaron 11 personas, entre las que manifestaron ser católicas, evangélicas, ateas en diferentes niveles, se partió por el reconocimiento de la importancia de estos espacios de reflexión y construcción colectiva, como espacios de fortaleza y resistencia, en los que debemos reconocer que todas tenemos voz y opinión y el derecho a ser escuchadas.
Pareciera que tal incompatibilidad es básicamente en lo teórico, pero no en lo práctico, dada su evolución constante. La Biblia tiene 66 libros de los cuales solo 4 son reconocidos como canónicos (Mateo, Marcos, Lucas, Juan) o documentos que recogen la palabra directa del Cristo. Las condenas explícitas contra varones afeminados y sodomitas las dictó Saulo de Tarso (mejor conocido como Pablo) en Corintios I – 6:9-10, Romanos I – 1:26-27 y Timoteo I – 1:9-10, pero no es posible enlazar las condenas de este apóstol con la palabra de Jesús. Es decir que de los más de 30 mil versículos que contiene la biblia solo 6 de ellos “condenan”, según las interpretaciones y traducciones, la homosexualidad, es decir un porcentaje muy inferior al 1%.
Por otro lado, la postura del Papa, o de la Iglesia Católica como institución no representa la postura de la totalidad del cristianismo, hay líderes de la iglesia católica y evangélica que disienten y son más inclusivos en sus espacios de poder, pero se cohíben de visibilizar públicamente sus niveles de respeto a la diversidad de formas de ser, amar y existir. Las personas justifican su militancia en las religiones sin que esto necesariamente afecte su autoestima, ni el ejercicio de su fe. Algunas expresaron que, si todas las personas fueron creadas por dios, y dios es amor, entonces todos somos una parte de ese amor que es dios, o lo que es igual decir que el amor es una porción de dios en las personas, sin exclusiones.
La frase “quien ama conoce a dios porque dios es amor” (1ra de juan), es un argumento esgrimido a favor de personas LGBT cristianas. Por otro lado, si dios es un ser tan poderoso, ¿por qué deja que seamos así?, si no lo quisiera, no lo seríamos. O si su creación es perfecta, entonces todas las personas somos perfectas.
La pregunta es ¿por qué la iglesia católica y evangélica se han empeñado en vender un dios castigador, que censura de forma selectiva? o ¿es la iglesia como institución, las figuras de poder dentro de esas iglesias las que excluyen, pero el dios no?. Las bendiciones tras bastidores a parejas del mismo sexo, por ejemplo, por parte de líderes religiosos cristianos, podrían considerarse un avance a la vez que es un acto contradictorio, pues la felicidad y el amor deben ser dignos de ser expuestos y compartidos con el mundo.
Algunas de las razones son la idea de que la biblia es un libro científico, una forma de enciclopedia en la que encuentras todas las respuestas, y definitivamente no es cierto. Por otro lado es necesario comprender que las instituciones que representan un poder, necesitan para sostenerse grupos de personas a las cuales controlar y dominar. Pero no debemos olvidar el poder que los movimientos sociales tenemos como agentes de cambio, que incluso se han permeado en instituciones aparentemente sólidas y blindadas como la iglesia católica, que so riesgo de quedarse sola, ha debido ir siendo más inclusiva, acogiendo los cambios sociales.
Conclusiones>
La cristiandad y la comunidad LGBTI es siempre un tema sensible, con diversas artistas a considerar antes de tomar la decisión de expresar cuan compatible es ser cristiano y pertenecer a la población LGBT. Dentro de esa complejidad confluyen intereses espirituales, institucionales y económicos, factores sociales, históricos y culturales que se mezclan matizando esta vivencia.
Cada vez más la iglesia católica, apostólica y romana, la cual es dirigida por el Papa, se da cuenta de la necesidad de generar un discurso más amoroso y menos excluyente, mientras que otras formas de cristianismo como la iglesia anglicana y metropolitana han abierto sus puertas a una forma de vinculación, donde no hay contrariedad entre la fe y la homosexualidad o transgeneridad.
Los movimientos sociales LGBTIQ deben seguir profundizando en las razones que sostienen la discriminación, para hacer que cada vez sea más asertiva la forma de abordar estos temas en función de lograr desmitificar y generar un sano cuestionamiento que construya el cambio o cierre la brecha para permitir mayores niveles de inclusión, respeto e igualdad.
Consideremos siempre que las normas de ninguna institución, gobierno, empresa civil o religiosa pueden violar tus derechos constitucionales.