Matrimonio Civil Igualitario en Venezuela: Cuál es el Debate?

Cuando el 31 de enero de 2014, gays, lesbianas, bisexuales, transgéneros, transexuales e intersexuales, solicitamos a la Asamblea Nacional mediante la consignación de un Proyecto de Ley, abra el debate por el Matrimonio Civil Igualitario en Venezuela, no estábamos pidiendo simpatía ni comprensión, no pedimos sean nuestros amigos ni siquiera nuestros aliados, les pedimos definieran con claridad: Cuál es el papel del Estado? Un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia que fundamenta sus valores de libertad, igualdad, justicia y paz en la doctrina del Libertador Simón Bolívar, quien en 1820, expresaba en su carta a Francisco de Paula Santander: “Me parece una locura que en una revolución de libertad se pretenda mantener la esclavitud”. 

Y es que la esclavitud no deja de existir,  hoy día la vemos traducida en opresión a grupos sociales, por considerarlos de “naturaleza diferente”, se emplea la violencia psicológica y moral, otras veces física para hacerles víctimas, excluirles, marginarles y de ese modo hacerles esclavos de un sistema desigualitario y excluyente. 

En Venezuela esta forma de esclavitud sigue siendo sostén de una cultura de Estado que se autoproclama revolucionaria, libertaria, justa y de iguales.  Para nosotros y nosotras quienes hoy alzamos nuestras voces para exigir igualdad legal y plena, no hay diferencia con las luchas que enfrentaron nuestros afrodescendientes, pero muy especialmente con la que siguen enfrentando nuestras mujeres, pues es una disputa a favor de la emancipación de la sexualidad humana y del control que el Estado pretende ejercer sobre ésta. Cuando la población sexodiversa hoy clama por su dignidad, nos amparamos en la doctrina de Bolívar quien decía: “la existencia es el primer bien y el segundo es el modo de existir” (1825 Francisco de Paula Santander). Si no podemos ser y amar en condiciones de dignidad, se nos obliga a reproducir patrones en cuanto al modo de ser y de existir, negando así nuestra propia existencia.

Sobre todo porque esta opresión hacia millones de ciudadanos y ciudadanas, hombres y mujeres gays, lesbianas, bisexuales, transgéneros, transexuales e intersexuales se convierte literalmente en pobreza y en violencia, cuando se nos limita al acceso digno y sin discriminación a la educación, al empleo, a la salud, a la vivienda, a una vida libre de violencia psicológica, moral y física, a la protección del Estado, al amparo de la leyes y especialmente al Respecto a la dignidad inherente a nuestra naturaleza humana. 

Solicitamos reconozcan nuestra dignidad porque desde el día que nacimos como miembros de la sociedad humana tenemos los mismos derechos y estos son inalienables, nadie puede arrebatarlos a otro seres humanos, y quienes crean que está mal, fundamentándose en creencias religiosas, pueden convencer desde sus iglesias y congregaciones a sus seguidores, pero no deben plasmarse en una norma porque no todas las personas profesan la misma fe. ¿Están dispuestos a reconocer esto o van a imponer sus ideas arrastrándonos hacia atrás en la historia?.

Las normas tienen que desarrollar los derechos garantizados constitucionalmente. No se puede solicitar al Estado que imponga u obligue  a quienes no crean en una fe, a seguirles, so pena de ser marginados en derechos, construyendo excesos contra las libertades de grupos sociales, como los nazis lo hicieron con los judíos y los homosexuales, pues cuando un dogma se convierta en norma, se pierde la democracia y pasaremos a un Estado Teocrático digno de los Estados más tiránicos y fascistas de la historia.

Es por ello que lo que realmente exigimos a la Asamblea Nacional es que el debate se centre en cuestionarse:

1. ¿Están comprometidos con el respeto a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV)? 

La CRBV establece como fines esenciales del estado la protección de las personas, su desarrollo íntegro y el respeto a su dignidad, dignidad que se nos otorga desde el día que nacimos como miembros de la sociedad humana, y que se ve consagrada a través de concedernos los mismos derechos sin discriminación alguna. O es que ¿la dignidad humana es relativa? ¿está asociada exclusivamente a la heterosexualidad?, ¿le pertenece a quienes se parecen, piensan, creen o practican lo que las mayorías?. ¿se respeta la Declaración Universal de los Derechos Humanos?

2. Los diputados y diputadas respetan el Estado Laico?

El Artículo 59 de la CRBV, garantiza el ejercicio de la fe y que los valores que provienen de esa fe sean difundidos en la sociedad, para todas las religiones y cultos, pero sin que éstas puedan ser imposiciones arbitrarias por parte de las religiones ni mucho menos por parte del Estado. Es decir, ni la fe domina al Estado ni el Estado domina las religiones.


Ese es el verdadero debate, los diputados y diputadas a la Asamblea Nacional tienen una responsabilidad histórica en materia de derechos humanos, tienen la responsabilidad de demostrar su compromiso con un Estado Democrático y plural que garantiza la progresividad de los derechos humanos incluso aquellos que aún no han sido normados. Es preciso definir si van a garantizar el respeto de la dignidad humana y no solo la dignidad de los que se parecen a o piensan como la “mayoría”, superponiendo intereses colectivos a los individuales, sin armonizarlos. El debate se centra sobre cuál es el papel del Estado.

Por Giovanni Piermattei