GINI SOTO: EL AVE FÈNIX PARA LA TRANSFORMACIÓN
Mai Álvarez desde Argentina
¿Qué puedo yo agregar
a lo dicho por todos quienes compartimos tus luchas y sufrimos hondamente tu
partida? nada, la confusión, el dolor y la impotencia son sentimientos recurrentes,
a Gini y su mujer, estuve a punto de conocerlas personalmente, cuando me enteré
de su lucha, las invité a casa, pero es lógico que no pudieron venir, vivo en
la Patagonia, así que generalmente, no recibo visitas familiares; cuando vinieron a Buenos Aires, yo anduve una
semana deambulando por esos lares, y un día Gini, que para entonces vivía
alquilada junto a su esposa y el pequeño (desde la barriguita de mamá Migde) me
invitaron un cafecito venezolano,
algo muy codiciado en tierras extranjeras, que erróneamente decidí posponer,
ahora irremediablemente para siempre. Pero, aunque me duele la tragedia, que es
de la comunidad toda, el momento histórico que vivimos la comunidad sexodiversa
venezolana, nos exige desatascarnos del sentimentalismo, y empezar a
conducirnos de manera firme como nuestra camarada lo hacia, sin titubeos, es
evidente el juego en el que tontamente hemos caído, creyendo que desde afuera
era posible ser escuchados tal como lo prevé la constitución, confiando
solamente en el poder popular, sabemos
lo que ha ocurrido cuando actuamos así,
¿un ejemplo? El Maizal, y como, mediante una jugada perversa institucional, es
ignorado uno de los muchísimos logros del comandante (sin embargo en las
ultimas horas me enteré del cambio de decisión del TSJ lo cual nos alivia un
poco) cabe pues preguntarse ¿si hicieron eso con un sector social clave como lo
es el campesinado, y además con un decreto respaldado en vida por el comandante
eterno que quedará para nosotros? Si, la situación pareciera no tener conexión,
pero la tiene, en un elemento fundamental: la
violación de los valores de justicia e inclusión de ambas situaciones por parte
de funcionarios institucionales antirrevolucionarios.
En el caso de las
camaradas Gini y Migdely, el ataque comenzó de la misma manera, por parte de
quienes, en lugar de actuar en
condiciones de equidad, lo hacen escudándose en prejuicios religiosos y segregacionistas,
a pesar de ser parte de un gobierno revolucionario, contra el que conspiran
algunos funcionarios cada día e incansablemente, de todas las formas conocidas,
pues bien, primero, se ignoró su adhesión al casamiento, que legalmente
realizaron en este país (Argentina), con el que mantenemos vínculos
diplomáticos alimentados por el comandante Chávez, y ahora, dejando un niño
nacido y reconocido por la nación austral, como legitimo de ambas, así como a su joven madre , ahora
trágicamente viuda, en su país por descendencia directa, o sea Venezuela, al
margen de todo derecho humano pensable, un niño que será extranjero en el país
de sus mamás, una madre que no tendrá amparo económico, ni derecho a herencia, ante
su terrible situación.
Como vemos pues, se
nos abre dentro de toda esta confusa y dura situación, un camino, que considero
el más viable, y que evidentemente debe discutirse dentro de nuestra organización,
un paso que nuestra camarada supo visualizar certeramente, ¿debemos crear una
plataforma política en alianza con las fuerzas socialistas, disidentes del
socialcristianismo, que nos impulse a ser un organismo político activo GLBTI? ¿será Venezuela
igualitaria el elegido para este paso inédito en la historia política de
nuestro país?, no veo momento más preciso que éste, para empezar a jugar
defensivamente, y no ofensivamente, al estilo del “gato y el ratón”, como hasta
ahora pasa, el juego político, una
situación a la que muchos apuestan con el fin de desgastarnos en
movilizaciones, que si bien realizan su aporte, en cuanto a visibilizarnos y
manifestarnos ante la sociedad, no es del todo suficiente para el logro de
nuestros objetivos, que son muchos (matrimonio igualitario, reconocimiento de
identidad de género, financiamiento estatal de tratamientos de fertilización
asistida para parejas homoparentales. y un largo etcétera) que exigen un
accionar político contundente. Sabemos que un paso como éste implica muchos
riesgos, pero, la discusión debe estar abierta para construir un espacio
político legalmente presente dentro de la institucionalidad (Asamblea Nacional
y demás espacios de participación popular) y a la vez no perder el contacto y
accionar de la comunidad, no solo sexo diversa sino de sectores afines a
nuestra lucha (como organizaciones pro
aborto, feministas, y otras) tal como
hemos venido haciéndolo, siguiendo así, la estrategia que exitosamente se ha
implementado en aquellos países que han logrado conquistar este tipo de
derechos, mediante la sensibilización, concientización y movilización social, conjunta, creando un
frente de resistencia cada vez más fortalecido por la discusión y heterogeneidad,
que enriquezca y a la vez permita luchar juntos por una misma causa, con
diferentes matices: “la igualdad, la
inclusión, la justicia social de los sectores más excluidos e invisibilizados
por el prejuicio y la discriminación”.
Ahora bien, algunos dirán,
que en otros países hermanos esto ha podido lograrse solo con acciones de
calle, si es verdad, pero hay otros elementos que han hecho factible el logro
de objetivos, en el caso de Argentina, por ejemplo, el resurgimiento de la
democracia luego de una oscura época antidemocrática, que compite en los anales
de la historia junto a su par de Chile,
como la más represiva y fascista del continente, donde se vulneraron
todos los derechos humanos fundamentales que pudieran pensarse, han permitido, que
el poder político de esta ultima década de un joven sistema democrático de
apenas 3 décadas de existencia, pueda entender que, los derechos humanos, para
la sociedad inclusiva, en un mundo de grandes transformaciones, comprende áreas
hasta entonces desestimadas, y que toman fuerza cada día en diversas partes del
mundo e incluso en muchos países de nuestra Patria Grande.
Una plataforma
política con Marea Socialista, nos
permitiría por un lado, ser el primer partido político, abiertamente Pro GLBTI
socialista, aliado estratégicamente con otros sectores sociales, lo que
incentivaría la participación de quienes, prefieren, o no tienen otra opción
que la representatividad, para
involucrarse en la lucha, por diversas razones ( autoexclusión, dificultades
geográficas como mi caso que nos impiden la participación en marchas y
movilizaciones u otras diversas), así como el fortalecimiento de ese nexo, que
es necesario tener con el resto de las fuerzas sociopolíticas, para que puedan
entender, aún más, que la lucha por el matrimonio igualitario, y otros derechos
que justamente exigimos, son una lucha colectiva, que también les toca, y que
simplemente buscan cristalizar nuestra meta común: el socialismo del siglo XXI,
donde todos somos importantes, donde la exclusión no existe, y así, juntos,
unidos y diversos a la vez, impulsar la conquista de nuestras exigencias, de
nuestras luchas, de nuestros sueños.
Como integrante de Venezuela Igualitaria, desde Argentina,
es mi aporte para analizar la situación y avanzar en la concreción de nuestra
primera y justa decisión, abrir la brecha de la batalla por nuestros derechos
como comunidad sexo diversa, y así, honrar la memoria de nuestra camarada,
combativa hasta el final, que resurja y
vuele alto de sus cenizas como el ave Fénix multicolor, de la igualdad, el amor
y la justicia.